Soy Martha Patricia Mahecha Aguilera. Me he  desempeñado en el campo de las ciencias sociales y humanas, como educadora, investigadora, asesora, y consultora. Hice estudios de doctorado en Ciencias Sociales y Humanas. Magistra en Educación, Trabajadora Social y Teóloga.

Nací en Bogotá. Por mi trabajo he conocido rincones apartados de Colombia, donde las oportunidades para las niñas niños y jóvenes poco llegan. La formación integral que impartí en universidades colombianas a jóvenes y adultos, a través de la docencia y asesoría en la investigación educativa, me permitió entender que ellos merecen de nosotros todos los esfuerzos para construir su autonomía y creatividad. Sólo así, podremos esperar un país innovador, emprendedor e igualitario. He presentado mis investigaciones sobre educación en Chile, Ecuador, Perú, Estados Unidos, Cuba y España. En el 2001, en representación de Colombia, se me otorgo la beca del Gobierno de España sobre Educación de Adultos. Gracias a esto, conocí, en medio de Escuelas de Gastronomía y viñedos, la industria del turismo que representa el primer renglón de ingresos de España. Los adultos que se actualizan permanentemente son quienes jalonan la economía de un país.

Desarrollé habilidades para la adecuada dirección, administración y la gestión de proyectos sociales, de desarrollo institucional y de construcción curricular. Tuve la gran oportunidad de orientar y asesorar grupos de mujeres en las floras de la Sabana de Bogotá o en la proyección universitaria con grupo de docentes que cursaban su maestría, o con maestros que trabajaban mejorando las condiciones pedagógicas de sus instituciones educativas o directivos docentes que organizaban a sus comunidades para tener mejores formas de convivencia. Con todos ellos de una u otra forma, pude constatar que la construcción colectiva y el respeto por el otro, nos permite construir sociedades justas y respetuosas de los derecho de todos.

Comprendo bien la lógica que ha acompañado nuestra institucionalidad pública pues tuve la fortuna de asesorar y construir procesos educativos tanto desde el Ministerio de Educación Nacional como desde las Alcaldías y Gobernaciones. Puedo afirmar con certeza que nuestra Constitución y nuestras leyes contienen todo lo necesario para hacer avanzar a nuestro querido país hacia la prosperidad igualitaria pero para esto debemos cuidar muy de cerca la política y las intencionalidades que persiguen nuestros dirigentes. Si aún no tenemos el país que queremos es porque estamos de camino hacia la consciencia plena y el reconocimiento de los demás como los otros que merecen nuestra compasión y nuestro actuar riguroso, honesto, comprometido y transparente. Desde aquí pude aportar para la construcción de lineamientos de política pública y asesorar procesos de organización,  planeación, y evaluación.

También tuve la suerte de acompañar proyectos e iniciativas desde el ámbito privado donde pude comprobar que los buenos somos más: Fundaciones, ONGs., Corporaciones, todas concebidas para aportar al bienestar de todos y ayudar especialmente a mejorar la educación a través de la investigación educativa. Desarrollé y orienté la formación de líderes y equipos de trabajo, que pudieran resolver sus conflictos, trabajar por logros y establecer metas de un mejoramiento continuo  pero orientadas a unas utopias comunes que nos lleven a construir comunidades con valores.

Quiero mencionar y hacer honor a Demosvida, Alterzona, Espacio Pleno, R&A (Resistir y Articular), Red de Familias Educadoras, SPI (Sociedad Protectora de Ilusiones), I-Cuidar y Fundación Amigos de las Abejas. Todas iniciativas propias en las que puse toda mi capacidad como emprendedora y activista social y en dónde se potenciaron valores en los que creo: la educación como la mejor forma para construir país, la igualdad como bien deseado que se sigue construyendo, la meditación, la fe y la compasión como medio para el crecimiento personal, el cuidado  de los mayores como pieza clave en nuestro avance como sociedad civilizada y el cuidado de las abejas como aporte para la construcción de un planeta más verde. Ahora conozco los procesos y retos que debe enfrentar un emprendedor. Se lo que significa emprender en un país que esta aprendiendo a reconocer los esfuerzos de grupos o familias emprendedoras y que debe seguir adaptando su educación, sus instituciones publicas y financieras para apoyar a los que sueñan y crean proyectos nuevos.

Finalmente, quiero hablar sobre mi interés especial en dos tipos de proyectos. Los primeros, sobre movimientos sociales, ciudadanía, derechos humanos, y diversidad, que me llevó al activismo social, con líderes multiculturales desde buenas prácticas de convivencia y resolución de conflictos. Conocí personas maravillosas que me enseñaron todo el esfuerzo que se hace, no sólo desde la cotidianidad sino desde el compromiso valiente y público, para mejorar las condiciones de grupos marginados por nuestra sociedad desigual. Aporté a la organización y acompañamiento de grupos en  movimientos sociales de cambio, en donde se expone hasta la vida misma para que todos podamos gozar de los mismos derechos. Los segundos, sobre ecología y conservación del ecosistema. 

El trabajo con las abejas  y las personas que se han comprometido con su promoción y salvación me han enseñado que sólo el esfuerzo colectivo y permanente nos va a permitir contribuir a la salvación de nuestro planeta verde.  

Actualmente he encontrado en mí siempre incipiente taller de cerámica un santuario de soledad, tanto social como conceptualmente. Aquí, me veo reducida a la mápequeña expresión ante la grandiosidad de las fuerzas naturales, emocionales y sociales que me rodean. Este es un espacio donde encuentro deleite en la fragilidad, en la insignificancia, en la imperfección, en la impermanencia, en la irrelevancia, (Wabi-Sabi), en la trascendencia, donde la única respuesta al abrumador amor por la vida es abandonarse creativamente con un inmenso agradecimiento cotidiano.